Toda mirada tiene un punto ciego

Daniela Bojórquez Vértiz







Toda mirada tiene un punto ciego


La accesibilidad de los dispositivos para capturar fotos y su distribución en las redes sociales generan un cambio en la manera de mirar, que ha incidido directamente en la experiencia: ésta ha sido sustituida por su propio registro. En aquellos sitios que reciben miles de turistas es notorio este comportamiento: el visitante promedio se hace selfies con una obra o monumento, a los que da la espalda para fotografiarse frente a estos. En Toda mirada tiene un punto ciego, acentúo este fenómeno por medio de distintos grados de representación del David de Miguel Ángel, exhibida en Florencia, Italia. Elijo esta escultura por ser una pieza cumbre en la historia del arte y uno de los atractivos turísticos más visitados, lo que me permite trabajar en los tres ejes de mi propuesta: la foto turística como marca biográfica, la reproducción fotográfica de obras de arte y/o sus espectadores y mi ocupación sobre los distintos niveles de representación de la «realidad» que el medio fotográfico ofrece.


Fotografié un letrero que indica la ubicación de la escultura. Al entrar a la galería advertí que no se pueden hacer fotos dslr. Hice un par de tomas fuera de foco absoluto (¿para qué hacer otra reproducción perfecta de la escultura, si podía comprar una postal en la tienda de souvenirs?), antes de que el guardia me exigiera guardar la cámara. Después grabé el sonido ambiente, rodeando en 360 grados al David. Saliendo de la galería compré una reproducción del David en yeso. Posteriormente la fotografié y busqué en Instagram bajo los hashtags #davidmichelangelo #galleriadellaccademia, etcétera, imágenes donde la escultura aparece muy blanca o lejos o tapada por los rostros de los visitantes e hice un mosaico de 48 screenshots. Así, esta propuesta se compone de cinco piezas: reproducción del letrero, foto desenfocada, sonido ambiente, imágenes de Instagram y foto de la figura de yeso. Cada una de ellas representa un punto ciego del David: el espectador nunca ve completamente la escultura.

Daniela Bojórquez Vértiz


(Ciudad de México, 1980) Artista visual. Su trabajo ha sido exhibido en México, Ecuador, Alemania e Italia. Obtuvo la beca Jóvenes Creadores del Fonca, en dos ocasiones (2012-13; 2005-06) y el Premio de Adquisición en la 8a. Bienal de Artes Visuales Puebla de los Ángeles 2011. Su libro más reciente, Óptica sanguínea (Tumbona, 2015), combina texto con fotografía.


Sitio web






Toda mirada tiene un punto ciego. México, 2016. Reproducción fotográfica. Inyección de tinta 28 x 21.5 cm.
Toda mirada tiene un punto ciego. México, 2016. Impresión Fuji Christal Archive. 120 x 80 cm.
Toda mirada tiene un punto ciego. Mosaico a partir de capturas de pantalla de Instagram. 2015-2016. Impresión Fuji Christal Archive. 45 x 97 cm.
Toda mirada tiene un punto ciego. México, 2016. Inyección de tinta sobre papel algodón. 61 x 41 cm.











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