El Centro de la Imagen presenta el programa de residencias artísticas y vinculación comunitaria, Me sobra barrio

En esta primera edición fueron seleccionados ocho proyectos, de los cuales seis son individuales y dos colectivos, y todos sucederán en La Ciudadela y sus alrededores.

El programa busca expandir los muros del museo, ampliar los márgenes de la acción y los lenguajes de la imagen, lanzar preguntas abiertas, tender puentes, tomar riesgos, mirar y volver a mirar al nos-otros.

Muestra viva de procesos colaborativos entre artistas e integrantes de comunidades diversas de la zona: danzoneros, invidentes, artesanos, LGBTTTI+, comerciantes, trabajadores, activistas, entre otros.

Me sobra barrio

Me sobra barrio es el programa de residencias artísticas y vinculación comunitaria del Centro de la Imagen de la Secretaría de Cultura federal, conformado en su primera edición por ocho proyectos —seis individuales y dos colectivos—, seleccionados a partir de una convocatoria abierta, que desde su metodología y sus objetivos proponen procesos colaborativos y coparticipativos de creación, acción y asociación en el cruce de los ámbitos de lo artístico y lo social, con los diferentes grupos e individuos que habitan o transitan por La Ciudadela y sus alrededores.

Para Ignacio Plá, coordinador del proyecto, el barrio es un territorio de sentido y comunidad en constante cambio y reconfiguración. Se constituye de una red de afectos y procesos familiares, sociales y colectivos atravesados por conflicto, negociación, solidaridad y autoorganización. Permite poner en práctica nuevas formas de convivialidad y transformación social y repensar distintos modos de vida, de circulación de saberes, bienes, visiones de mundo, vulnerabilidades y deseos.

Después de cuatro meses de realizar trabajos de investigación y creación con distintas comunidades de la zona (danzoneros, LGBTTTI+, artesanos, ciegos congénitos, comerciantes, trabajadores, activistas, entre otros), se presenta una muestra viva de los resultados de cada proyecto. La diversidad de las dinámicas y formatos de exhibición permiten observar con especial atención la capacidad de la práctica artística y las relaciones sociales que ésta conlleva para conformar territorios de conocimiento que dan cabida, al mismo tiempo, al afecto, al gozo, a la indignación, al diálogo, a la intuición, a la colectividad e incluso a la subjetivación política y la reflexión social.

Arquitectura temporal es el proyecto de Gabriela Sandoval, en el que a partir de videoproyecciones y acciones performativas en un comedor móvil, busca generar un diálogo con las personas que transitan en el parque Tolsá, a fin de reflexionar sobre la relación diaria con el espacio público como un lugar de espera; Así es aquí de Víctor Pérez, es un proceso colaborativo de creación de video con adultos mayores, locatarios de los mercados de San Juan y del corredor de avenida Balderas, que propone mostrar el acontecer diario del lugar, las experiencias de los comerciantes y la transformación de estos espacios a lo largo del tiempo; Así se siente mi barrio conformado por Angélica Martínez, Carlos Guerrero, Cristina Rivas, Pablo Sostres, es un taller co-creativo de imágenes hápticas que se exhiben en un formato interactivo, y son realizadas por personas con discapacidad visual, quienes reflejan los conceptos y las imágenes mentales provenientes de estímulos multisensoriales; deCONSTUYÉNDONOS de la ARTivista Cerrucha, es una realización colectiva de fotomurales sonoros a partir de sesiones de trabajo con mujeres que indagan en la construcción política y social de la noción de género, desde una perspectiva feminista.

El proyecto Fanzinederiva de Amalia Ospina, consiste en sesiones de encuentro con los danzoneros de la Plaza del Danzón, para crear en conjunto y de manera instantánea diversos materiales de comunicación impresos —hojas volantes, periódicos murales y fanzines—. En estos se reflexiona sobre el cuerpo, el baile, la memoria colectiva y el uso del espacio público; House of Mamis de Gabriela Marín, es un proyecto documental acerca de una comunidad LGBTTTI+ que habita una misma casa ubicada en la zona. Éste se centra en documentar la vida íntima y cotidiana de las identidades transgénero, transexual y Drag Queen de sus integrantes; López: memorabilia exiliada de Amalia Ortíz, es un proyecto de instalaciones sonoras y visuales ubicadas en distintos locales de la calle López, cuyos propietarios o habitantes originales llegaron como exiliados de la Guerra Civil Española. Éstas son el resultado de la investigación documental y de los testimonios de las generaciones actuales que los ocupan; y el proyecto Trueque de Paula Hamilton y Paulina Pulido, es una propuesta de infografías, mapas colaborativos e instalación que intenta recuperar la memoria colectiva del Mercado de Artesanías de La Ciudadela a partir de los testimonios de los artesanos fundadores que aún tienen sus talleres activos, así como de una investigación documental más amplia.

Me sobra barrio busca expandir los muros del museo, ampliar los márgenes de la acción y los lenguajes de la imagen, lanzar preguntas abiertas, tender puentes, tomar riesgos, mirar y volver a mirar al nos-otros. Todos los involucrados en este proyecto, tanto vecinos y grupos diversos de la zona como artistas y colaboradores del museo, queremos contribuir colectivamente a ampliar de forma crítica, la visión sobre nuestro acontecer, social y político, y construir un relato de nuestra contemporaneidad.

Cabe destacar que Me Sobra barrio es un proyecto beneficiario del Programa de Apoyo a la Docencia, Investigación y Difusión de las Artes, PADID 2017, del Centro Nacional de las Artes, CENART.

Documentos